El pasado Lunes 21 de Noviembre, y muy a mi pesar, me tocó incorporarme al trabajo después de la baja de maternidad y de agotar casi todas mis vacaciones.
El primer día fue muy duro, acostumbrada a estar todo el tiempo en casa, al poco de llegar ya estaba deseando irme. Sobre todo porque echaba de menos a nuestro Pichoncete, dormir la siesta con ella, darle la merienda, salir a pasear por la tarde y jugar con ella en el baño.
Estos meses he estado con ella las 24 horas del día y lo he disfrutado muchísimo. Es tan graciosa y tan buena que da gusto estar con ella.
Pero todo se acaba y ahora me toca acostumbrarme a la rutina del trabajo.
Lo bueno de todo es que no tenemos que llevarla a la guardería, cuando yo me vengo al mediodía a trabajar, Papá se hace cargo de Paula durante toda la tarde. Se duermen la siesta juntos, le da la papilla de fruta para merendar y se bajan a la calle a dar un paseíto. Luego suben y Papá la baña y le da la cena.
Como él entra a trabajar cuando yo salgo, hay un rato por la noche que no estamos ninguno de los dos en casa, pero ahí entra David en acción, que se queda con ella, juegan un rato y después la duerme, y cuando yo llego a casa, Paula está totalmente frita en su cuna.
Así es como nos apañamos para que Paula se ahorre los virus de la “guarde”, y así de paso disfrutamos todos de ella.
Estamos muy contentos porque a ella se la ve feliz y se ha adaptado perfectamente a esta nueva fase. Y es que la verdad es que su papi se apaña de maravilla, y le encanta pasar la tarde cuidando de Paula… Está hecho un padrazo de primera.
Y David, el hermano de Paula, se está portando también fenomenal, está cuidando muy bien de su hermanita pequeña.
Eso sí, a veces Paula nos echa de menos cuando estamos en el trabajo, entonces coge el teléfono, se tumba en la cama y nos llama para contarnos sus cosas… Jajajaja ¡!!!
¡¡ Un beso enorme, Pichoncete!!
Mamá
"Qué poco dura la alegría en casa del pobre"- que dice el refrán, verdad cuñada???.
ResponderEliminarMíralo por el lado bueno y es que así sales un poco del círculo de cacas, pises, lloros, potitos y demás, que lospapys también tienen que arrimar el hombro y disfrutar, a la vez, de los peques.
A ver si nos toca la lotería de navidad y podemos, si no jubilarnos, por lo menos tomarnos unas buenas vacaciones en el caribe un mesecito !!! que no estaría nada mal, nos vamos todos, seguro que lo pasaríamos de vicio.
Lo bueno de todo ésto también es que cuando llegas a casa les coges con más ganas, a la niña y al padre, jejeje...
Un besazo para todos.
Pues sí, llegó el momento de que Mamá se incorpore de nuevo al trabajo tras la baja de maternidad, y ahora todos hemos de acoplarnos a esta nueva etapa y cumplir con nuestro papel lo mejor que sepamos y podamos.
ResponderEliminarYo, personalmente, he de decir que lo llevo bastante bien. Paula es muy buena y yo disfruto mucho de ella por las tardes. Nos hemos hecho amigos y hemos pactado dormir todos los días un ratito de siesta. Nos dormimos los dos en la misma cama, y la verdad es que da gusto tenerla al lado, ver cómo descansa, darle besos mientras duerme, o cogerle la manita. Está tan calentita que da gusto dormir a su lado!!!
Luego, cuando se despierta, jugamos un poco aún en la cama y nos vamos al salón a merendar. Se toma su papilla de frutas (a veces bien y a veces regular) y nos vestimos para salir a dar un paseo, que eso le gusta mucho!!!
Nos damos un paseíto de una o dos horas, depende del día, y nos volvemos a casa para darnos un baño, que también le encanta!!!
Y después, toca cenar! esto sí que se le da bien, se toma un biberón de leche con cereales y galletas que más que un biberón es un tanque! se lo toma enterito y ya se queda relajada.
Yo me voy a trabajar y su hermano se queda con ella ese rato hasta que llega Mamá. Él se encarga de estar con ella, entretenerla, jugar un rato y dormirla, para que cuando llegue Mamá puedan cenar tranquilos.
Y así nos vamos apañando, Mamá por la mañana, Papá por la tarde y su hermano David por la noche.
Yo creo que Paulichi está encantada. En todo momento nos tiene a su lado y se la ve muy contenta y feliz.
Eso sí, cada día sabe más y es más trasto.
No le hace falta hablar para que hagamos lo que ella quiere.
Un beso enorme, hija, te estoy disfrutando mucho.
Papá
Eso sí, tiempo para uno mismo: Cero.
ResponderEliminarjajaja